Descripción
Las colonias de verano, por su potencia de socialización, propician que el juego entre amigos contribuya a la construcción de un ambiente en el que aprendizaje y placer pueden conjugarse. Se despliegan así, saberes que incrementan las capacidades cognitivas de niños y niñas, y suponen el desarrollo de mayores habilidades (o competencias) motrices, a partir de las prácticas de la educación física y el deporte. No menos importante es el empoderamiento individual y colectivo que se habilita. La creación y recreación de condiciones socio-educativas que profundicen en el estudio de las propuestas que se llevan a cabo en las colonias entre un ciclo lectivo y otro, ofrece la posibilidad de descubrir “el placer de aprender” o de “aprender en un clima de placer”, más allá del recinto escolar. Se propone aquí una concepción de la investigación universitaria que promueva acciones colectivas, con el propósito de construir posibles soluciones a los problemas de la comunidad.