Descripción
En las últimas décadas muchas cosas se han transformado en la experiencia de los niños, en nuestros modos de representárnoslos, en los discursos que los tienen por objeto y en las instituciones por las que circulan. En una sociedad en la que la vieja idea de lo nuevo tiende a ser reemplazada por la nueva idea de lo novísimo, los adultos apenas conseguimos recibir e integrar a los que llegan, que nos superan en distintos tipos de conocimientos y destrezas y ponen en crisis nuestra imagen corriente de la infancia. Este libro estudia estas evoluciones situándolas en el doble contexto de la generalización de la noción del niño como sujeto de derechos y del simultáneo aumento de las tasas de escolarización y de la pobreza infantil en el país.