Descripción
“Con el dialecto comienza recién la lengua hablada”, dijo Xul Solar en uno de sus piensos cortos de la revista Martín Fierro; con ese epigrama se anticipó a la sociolingüística actual, que postula que no hablamos sino dialectos. Lo cual es otra forma de decir que, en materia lingüística, “la única verdad es la variedad” (de sonidos, de palabras, de estructuras gramaticales), pese a todos los esfuerzos que se han hecho para reducirla o reglamentarla.
Este libro trata sobre dialectos reales y lenguas quiméricas que habitan la Argentina y que dan lugar a representaciones sociales: esquemas mentales, construidos colectivamente, que a menudo son imaginarios, pero están tan estrechamente confundidos con los datos reales sobre la lengua que es imposible desanudarlos. Puesto que son una de las manifestaciones candentes de la identidad (nacional, social, política, étnica, cultural, económica, etaria), pensar las variedades lingüísticas (reales o ficticias) resulta una forma de hipotetizar sobre las varias patrias (reales o ficticias) que caben en el territorio de nuestra Argentina.