Descripción
El periodismo no es la Justicia, aunque en muchos casos tome su lugar. Tampoco es capaz de cambiar un régimen, aunque pueda ser fundamental para la toma de conciencia que termine derrocándolo. Las limitaciones de la investigación periodística, aun cuando logre como en su caso desentrañar la madeja de la impunidad, fue una de las más dolorosas lecciones que aprendió Rodolfo Walsh. Pero su pluma logró al menos inmortalizar a las víctimas, preservarlas del olvido y reubicarlas en el contexto histórico de las atrocidades cometidas por la Revolución Libertadora, la burocracia vandorista y los grupos económicos más concentrados. Su aporte narrativo fue en definitiva un acto de justicia, un mojón de humanidad en la memoria colectiva de los argentinos y un testimonio irrefutable sobre las causas y consecuencias de la impunidad.