Descripción
El día 10 de junio de 1934, a las 23:07, una hermosa y apacible noche de invierno, Sampacho fue sorprendido por un fuerte temblor de tierra, que dejó al pueblo reducido en ruinas. Francisco Anselmo, 10 de junio de 1935. Así comienza escribiendo sus apuntes don Francisco, sin imaginar que ochenta y tres años después, el azar o las circunstancias depositarían en mis manos tan preciado documento. Sus hojas amarillas, gastadas por el tiempo y rescatadas luego de algún lugar olvidado, fueron la inspiración de esta novela histórica. Estas letras no son más que una parte del pasado del pueblo que me vio nacer: el homenaje póstumo a los pioneros, aquellos seres anónimos que habitaban Sampacho y que brillarán con luz propia en la historia. He recogido testimonios de gente muy valiosa que quiso compartirlos. A partir de estos relatos, surgieron los diálogos ficcionales, voces del mundo interior, en un contexto geográfico e histórico real. Una novela. Los personajes son variados, hermanados con la imaginación literaria. A lo largo de todo este proceso de creación fui cautiva, mujer, partera.
