Descripción
Esta atleta sudafricana está identificada como mujer, legalmente y por su género autopercibido. Pero su forma de caminar, de hablar y de vestirse no cumplen con el estereotipo de feminidad occidental hegemónico, y su nivel de testosterona parece ser superior al del promedio de las mujeres, por lo que su caso es un desafío para las instituciones que regulan el deporte de elite. Haciendo pie en esta historia –que engarza prejuicios raciales y sexistas, tradiciones de control sobre los cuerpos, lógicas mediáticas conservadoras e intereses institucionales–, esta investigación propone una indagación crítica sobre la intersección entre las políticas regulatorias del deporte moderno y la vigilancia de la organización binaria del sistema de sexo-género en el mundo actual. ¿Es posible eliminar la segregación de género? ¿El futuro del deporte es mixto? Éstas son algunas de las preguntas que atraviesan este libro, donde el deporte asoma como un ámbito posible para la transformación colectiva si es que sus instituciones –interpeladas aquí tanto como los medios– así se lo proponen.
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