Descripción
Acercarse a la obra de Julio Barcos es tomar contacto con uno de los hitos del pensamiento libertario argentino. Esta no se limitó al ámbito pedagógico ni estuvo ordenada según un plan definido: se desplegó a partir del modo en que Barcos concebía los antagonismos sociales, y en particular la relación entre Estado y sociedad civil. Sus escritos agitaron el debate, cuestionando las certezas sobre las que se fundó el ideario educativo liberal. En Cómo educa el Estado a tu hijo, de 1927, Barcos ofrece una mirada incisiva sobre la educación formal desde el jardín de infantes hasta la universidad. En este volumen se incluye además el prólogo que Gabriela Mistral escribió para una edición posterior, un intercambio de cartas con el entonces ministro Antonio Sagarna y varias semblanzas de otros formadores, tomadas de la revista Cuasimodo. Lúcido, urticante, Barcos buscó encender la discusión en el alicaído campo pedagógico nacional y alentó a los maestros a participar en ella.