Descripción
Al comienzo todos los poemas son sólo un murmullo, obstinado. Los poemas de Fabían Iriarte nacen de ese murmullo, pero toman una forma definitiva: pesan como las piedras, son blandos como las flores. Los versos afirman, registran, pero hacen, sobre todo, algo más: consiguen una lengua que pasa de los grave a la liviandad , que es seria, pero se burla de la seriedad. ¿Y cuál es el murmullo detrás del murmullo? Personas en un bar, un duelo que cruza los años, los gestos de una adolescente, las experiencias del arte, lo que hicieron y escribieron otros, hace tiempo.