Descripción
En el principio no había un nombre excepto para los sobrevivientes. Para ellos se había tratado de la hurbn (la destrucción); a partir de 1948, se generalizaron la palabra y el concepto “genocidio”; en las décadas de 1970 y 1980, “holocausto” (“sacrificio por el fuego”) y, debatiendo con esta palabra, shoá (catástrofe). Así, Annette Wieviorka recorre las maneras de nombrar lo indecible, desplegando los acentos de los estudios sobre la Shoá en el capítulo inicial que llama “Comprender, testimoniar, escribir”. Y es un buen comienzo para introducir este libro que propone revisar las nuevas contribuciones sobre el tema. Una producción que se pregunta por el cómo y el por qué, por la vida cotidiana en los guetos, por las oscuras burocracias locales y las no menos oscuras complicidades y responsabilidades de aquellos que asintieron o participaron (por acción u omisión) en el exterminio. […]
Inequívocamente, estas Nuevas perspectivas sobre la Shoá nos invitan al debate crítico del campo historiográfico, estimo que no solo de la Shoá. Llama a nuestra puerta para abrir nuevas preguntas, reponer otras tantas veces formuladas, indagar respuestas, con nuevos invitados.
(Del Prólogo de Patricia Funes)