Descripción
En 1958, Uruguay, que hasta entonces había presentado índices de modernidad y prosperidad impresionantes para un país de tan escaso peso demográfico, y que además se había permitido el lujo de erigirse desde comienzos de siglo en pionero y modelo de Estado de bienestar democrático y liberal, debió enfrentar una profunda crisis económica que frenó en seco el crecimiento del país, condicionando sus posibilidades de desarrollo hasta casi finalizado el siglo XX. El país que había gozado del prestigio de ser la “excepción” en una región marcada por el atraso, el autoritarismo y la violencia ubicua, debió lidiar de pronto con las consecuencias de un derrumbe también excepcional.Ximena Espeche nos presenta en este libro un análisis pormenorizado del modo como esa crisis, con sus ulteriores dilemas, fue procesada por tres intelectuales uruguayos de proyección continental: Carlos Quijano, Carlos Real de Azúa y Alberto Methol Ferré. Sobre la base de un trabajo de investigación exhaustivo, Espeche analiza cómo ellos reflexionaron sobre el pasado, el presente y el porvenir uruguayos, y sobre las alternativas de integración, o no, al resto del continente latinoamericano, en una época marcada por los estertores de la Guerra Fría y la Revolución Cubana. El libro explora, con maestría, cómo en todo el campo cultural uruguayo de la época, hasta la clausura dictatorial de 1973, los complejísimos y sutiles matices del mosaico de enigmas nacionales se confrontaron y mezclaron con aquellos comunes a la región en su conjunto. La paradoja uruguaya enriquece y renueva la historia intelectual uruguaya.