Descripción
María del Socorro Foio nos ofrece este detallado estudio, que tuvo origen en uno de sus proyectos de investigación con Unne, en un momento clave en el que necesitamos repensar y volvernos acción como comunidad. El proyecto de autonomía social implica individuos involucrados y organizaciones fuertes. Y las organizaciones no pueden ser fuertes sin comunicación honesta, horizontal y permeable. El sentido político democrático de la participación ciudadana, que garantiza la verdadera inclusión social, empieza y se reinicia en la capacidad y el derecho para tomar decisiones.
El desafío es preguntarse ¿puede el Estado proponer proyectos participativos realmente democráticos?, ¿somos capaces de organizarnos para sostener gestiones autónomas?, ¿sabemos comunicarnos democráticamente? Este texto es un recorrido analítico por 15 experiencias de participación comunitaria en América Latina. Luego de completarlo veremos por qué muchos de los proyectos que nacen autonómicos se vuelven verticales, cuánto de esa subordinación proviene de los modos de incomunicación e intentaremos estudiar de cerca ese mecanismo de no-comunicación.
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