Descripción
¿A quién le importamos los ciudadanos? Desde la expansión de la videopolítica, la televisión canaliza las quejas y críticas a los gobernantes, haciendo de lo público una escena para espectadores. Además, Internet y las redes sociales nos sujetan a algoritmos que organizan nuestros datos y conductas. Estamos hiperinformados, pero las corporaciones electrónicas saben más que nosotros y que los gobernantes que elegimos. Los movimientos sociales ganan batallas sectoriales por los derechos humanos, para verificar la información y defender la privacidad, pero logramos poco frente a los autoritarismos políticos y del mercado. El capitalismo electrónico debilita las formas democráticas de representación: las instituciones están siendo desplazadas por las aplicaciones. Al adoptar el punto de vista de los ciudadanos, García Canclini reubica las teorías y los debates sobre la cibercultura y el determinismo biotecnológico en la descomposición social, los fracasos de las democracias y la búsqueda de alternativas civilizatorias. Discute si es posible una visión diferente de la inteligencia artificial desde el sur, o al menos organizar las preguntas de otra manera: cómo redistribuir el poder y replantear los conflictos entre el papel emancipador de las redes y la sumisión de la hipervigilancia.