Descripción
En Hombre sin propósito, el único personaje nominado (el arquitecto Peter) llega a una bella zona de fiordos, dispuesto a un enorme sacrificio económico, fundar una ciudad, incluso sin tener garantizada una devolución próspera, en busca más bien del efecto liberador de la renuncia. La acción se desarrolla sin artilugios literarios, más bien alimentando el clima poético a base de sugerencias que tantean sobre la piel rugosa de una realidad que está lejos de ser evidente.