Descripción
Borges escribió que “los libros congregados e interrogados por un hombre constituyen también un aspecto de su obra y el mapa y espejo de su personalidad”.
Las páginas de este volumen procuran explorar esos aspectos de la obra del escritor que son su lectura de Nietzsche y Carlyle. En distinto grado y con diverso cariz, el escocés y el alemán son parte importante de su mundo de lecturas y de sus creaciones. Borges los juzga por la “entonación” de sus trabajos, en la que su sensible oído crítico descubre la clave de una actitud elemental frente al mundo y la vida: un estilo. No lo celebra, antes bien lo deplora: su lectura del Zarathustra de Nietzsche y de las mayores obras de Carlyle entrañan una verdadera crítica del estilo enfático que las caracteriza.
La sombra del nazismo ha jugado su papel en esta valoración. También, en las antípodas, la imagen de una cultura que salvara los valores de la razonabilidad; de una razón que aceptara la contingencia de su condición humana y no eludiera las responsabilidades de una vida sin garantías últimas, asumiendo el desafío de no trocar las perplejidades e incertidumbres inherentes a la finitud por los dogmas deshumanizadores que la rehúyen. En ello, el escéptico Borges habría visto las alternativas entre las que ha de optar el hombre.