Descripción
Este libro interpreta desde un enfoque histórico y social el desarrollo de las artes visuales en Córdoba en la segunda mitad del siglo XIX. El período, caracterizado por la tensión entre la ciudad antigua y las ideas modernas, conoce la génesis del campo artístico, atravesado por cuestiones étnicas, económicas, religiosas, políticas y de género. El acento está puesto en la experiencia de productores y receptores en el medio, a partir de la instalación del Aula de Dibujo dirigida por el maestro portugués Luis Gonzaga Cony y la actuación de sus alumnos más destacados, conocidos como “precursores del arte de Córdoba”. La práctica de estos artistas es contrastada con los primeros aportes de Emilio Caraffa.