Descripción
La ciudad de Corrientes originariamente poseyó una única Plaza, siendo las posteriores definidas durante el siglo XIX con trazados academicistas que la mayoría aún conserva.
La Plaza Cabral surge en el Gobierno de Pedro Ferré como piso de mercado y se transforma a fines del XIX en un espacio público jerarquizado signado por el traslado de la Catedral (1874) la colocación del Monumento a Cabral (1888) y la edificación de la escuela “Manuel Belgrano” (1897). Ha sido intervenida en su disposición cada 25 años promedio, dando por resultado una plaza sin identidad barrial, con ocupaciones ilegales y problemas de mantenimiento en sus últimos veinte años, en una ubicación de nodo vital hacia el resto de la ciudad.
En 2012 el Municipio realiza un rediseño de la Plaza, siendo la quinta intervención general desde su creación. Al inicio de las obras, se produce un hallazgo arqueológico que despierta una fuerte reacción de la ciudadanía, lo que llevó a verificar la supuesta existencia de túneles, que en el imaginario colectivo forman parte de historias urbanas secretas y gozan de gran atracción popular.
Para la investigación fue convocado el Centro de Estudios Históricos Arquitectónicos y Urbanos de la Universidad Nacional del Nordeste y CONICET que con un equipo interdisciplinario de especialistas, determinaron la existencia de un pozo de provisión de agua, documentado en 1898. La Municipalidad deja el vestigio a la vista rescatando la memoria del lugar y la ciudadanía lo incorporó así como un rastro valioso de la propia historia.