Descripción
Sintetizar el contenido de este libro multifacético es tan difícil como definir el trabajo de su autor, el historiador suizo André Corboz, “connoisseur de arte y de ciudades”, como apropiadamente lo llama Paola Viganò en su bella e instructiva introducción. La idea de connoiseur remite a la importancia de los métodos de la historia del arte en las formas de estudiar y razonar de Corboz, tanto como a esa especial combinación de erudición y curiosidad que lo aproxima a historiadores como Jean Starobinski o Carlo Ginzburg –con quien lo une además la atención prestada a los procedimientos de la investigación histórica, tan bien sintetizada en el título de la primera parte de este libro, “El coraje de las hipótesis”.El trabajo de Corboz, casi sin traducir al castellano, ha servido en las últimas décadas de referencia en la renovación de varios campos de saber: la historia de la ciudad y el urbanismo, la geografía cultural, la crítica y la historia del arte. Aquí se presentan algunos de sus textos más conocidos de historia cultural (como “El territorio como palimpsesto”, en el que realiza un recorrido fascinante por la producción histórica del concepto de territorio, que articula como pocos realidades y representaciones) o de historia de la ciudad (como los dedicados a la grilla de la ciudad norteamericana, en los cuales son analizadas sus raíces trascendentalistas, vinculadas a la geografía y la política, a las ideologías ruralistas y a la literatura utópica del siglo XVIII europeo). El libro reúne, además, textos en los que Corboz reflexiona sobre el método en la historia (“A favor de la interpretación”, “Tres apólogos sobre la investigación”); en los que relaciona la historia del arte y de la arquitectura (“Pintura militante y arquitectura revolucionaria”, “Geología extrapolada”); y en los que ensaya una renovada historia cultural de la arquitectura (“¿Han dicho ‘espacio’?”) o una crítica de la ciudad contemporánea (para la que acuña la fórmula de “hiperciudad”).