Descripción
En 1981, se detectaron los primeros casos de una grave inmunodrepresión que, aparentemente, solo afectaba a los homosexuales. Años después, se llegó a la conclusión de que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, de ahora en más sida, era producto del Virus de la Inmunodeficiencia Humana, el vih. El virus transformó las relaciones sociales, generó formas de protesta que marcaron al activismo y nos conectó con la farmacología. Se produjeron alianzas que unieron al movimiento de la diversidad sexual con mujeres y varones heterosexuales y familiares de personas con vih.
El vih incentivó una cultura visual donde los estereotipos y los estigmas se tensaron con el deseo, el sexo, la posibilidad de una vida digna. Las noticias hicieron del vih un “cáncer gay”, pero también volvieron invisibles a las mujeres que vivían con el virus, a la condición precaria de las personas. En consonancia con el desarrollo del neoliberalismo en Latinoamérica, el virus puso un límite a la vida en sus expresiones más vitales. A través de las conexiones que se presentan a nivel regional y global, este libro indaga en las prácticas artísticas, las políticas visuales y las escrituras generadas a partir de la emergencia del virus. Recorre los diálogos con el activismo como también el cuidado, la supervivencia y las comunidades que se establecieron en la intemperie.
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