Descripción
Analiza el proceso de exportación cultural del tango entre dos Américas: la del Sur (Argentina) y la del Norte (Estados Unidos). En la sociedad norteameri¬cana, en las primeras décadas del siglo XX, y tan temprano como había llegado a las principales capitales europeas, esta danza se instalaba en algunas destacadas ciudades de los Estados Unidos. Su éxito fue inmediato. La clave del suceso cultural estuvo dado por dos elementos centrales: el primero fue que la sociedad de las ciudades más pujantes de Estados Unidos intentaba adoptar las modas europeas; el segundo fue que el tango proporcionaba una conexión física, sensible y sensual que no se hallaba en ninguna otra danza del momento. Muy lejos de los bajos fondos porteños, a comienzos del siglo XX llegaba a los prin¬cipales locales bailables de las zonas de Broadway para incorporarse a los salones de las altas clases neoyorquinas. El éxito de los tango tea desde 1913 nos muestra su aceptación. Su divulgación no solo sucedía en reconocidos teatros del espectáculo, como el Ziegfeld Follies, sino que acontecía al mediodía o a primeras horas de la tarde, en medio de un ambiente que parecía inocente pero en el que esta danza era un arma de seducción. En un contexto que simulaba cuidar la reputación de sus participantes, se enseñaba y se practicaba a plena luz del día. En los años veinte, a pesar de la prohibición de consumo del alcohol y del control del Estado sobre los salones bailables, se mantuvo en escena sosteniendo su rasgo novedoso y sensible para, finalmente, en la década del treinta, seguir representándose en diferentes eventos e, incluso, en los novedosos medios de comunicación, como la radio y el cine hablado.