Descripción
En el vasto ámbito de las obras sobre toxicomanías, este libro nos sorprende con el descubrimiento de todo lo que el psicoanálisis puede aportar a la teoría y a la práctica clínica de esta problemática.
Original, abierta, única, la obra exprime los textos de Freud y de Lacan, y de otros autores clásicos y actuales, para construir una teoría de las adicciones, que parte de lo inalcanzable que resulta al sujeto el objeto de satisfacción (Das Ding).
Se trata, en lo más real, de una “abstinencia estructural” de goce, que produce en ciertos sujetos un dolor insoportable y una incoercible compulsión a los tóxicos en pos de un alivio inmediato y por qué no, de una felicidad ilusoriamente a la mano. Pero pronto el destello de la intoxicación se degrada en la calma del placer, donde el goce del flash, como el del orgasmo, se escurre en el mismo momento en que se alcanza, bien lejos del paraíso prometido.
El adicto, señala el autor, carece de alguno de los medios que Freud ordena en una serie de recursos simbólicos para soportar el camino metonímico de esperas y demoras que le permitirían al sujeto transformar el acoso pulsional en “el tiempo del deseo”. Queda así a expensas de un mandato superyoico que exige el goce inmediato, “cortocircuito” que oculta ese “apetito de la muerte” que refiere Lacan en La Familia.
Con este nuevo montaje teórico, más una profunda indagación sobre el pharmakon en los diálogos de Platón, más el análisis crítico de la redención de los adictos por la religión, más los testimonios tan dolientes e impactantes de casos clínicos reales y de autores literarios que padecieron el “miserable milagro” (Henri Michaux) de la droga, Héctor López construye una propuesta terapéutica, que si bien concreta y práctica, su fundamento sigue siendo la transferencia y el deseo del analista.
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